"Eu non teño por que consentir que ninguén me chame pola rúa maricón, pero menos aínda ese día". Todo ocorreu o pasado domingo, cando se celebrou en todo o mundo o Día Internacional contra a Homofobia. Como en moitas outras cidades, o colectivo de activistas universitarios polos dereitos dos homosexuais Arcópoli convocara un acto reivindicativo no centro de Madrid, en plena Praza Maior. Envolvidos en bandeiras arcoiris, medio centenar de moz@s realizaron unha bicada, e mostraron públicamente o seu afecto.
Pero este xesto non gustou a todos os presentes. Cando un dos activistas que participou no acto abandonaba o lugar, un trío de rapazes comezou a seguirlle rúa abaixo mentres lle agredían verbalmente. "Nun día de reivindicación como o do domingo non ía tolerar nin unha risita, nin un mal xesto; menos aínda eses insultos", recordou onte a vítima desta agresión. "Así que me virei e díxenlles que me respectasen e deixasen de seguirme", engadiu. Segun o activista, os insultos se agravaron e pasaron de chamarlle "doente" a ameazarlle con que ía ser un "maricón morto" e que lle ían "a cortar a polla e meterlla polo cu".
"En el pueblo español no cabe gente como tú", le gritaron al joven activista, justo antes de que uno de los agresores le obligara a apartarse para evitar ser golpeado. La víctima se dirigió entonces a uno de sus atacantes. Le recordó la fuerte presencia policial que hay en la zona, frecuentada por multitud de turistas, y le anunció que pensaba denunciarles, con lo que logró intimidar a los provocadores.
Denuncia reivindicativa
Dicho y hecho. Minutos más tarde, y acompañado por la Policía Nacional, logró identificar de nuevo a sus agresores, contra quienes interpuso una denuncia. El trío de alborotadores se defendió ante la autoridad asegurando que el joven gay le había tocado el culo a uno de ellos, un "topicazo insultante", según H. R.
"El policía que me acompañaba era reacio a que les denunciara; me dijo que con el tirón de orejas era suficiente", critica H. R., que aun así cumplimentó su acusación en comisaría. Acompañado, eso sí, por una veintena de activistas a los que convocó para evitar posibles represalias. "Pensé: hoy más que nunca, toca dar la cara y denunciar hechos como los que me acababan de suceder", asegura el joven.
El Día contra la Homofobia y la Transfobia celebra que, hace 19 años, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió sacar de su catálogo de enfermedades mentales la homosexualidad. "A mí me llamaron, precisamente, enfermo, lo que demuestra que todavía falta mucho camino por andar", se lamenta H.R.
"La gente disfruta mucho con el desfile del Orgullo Gay, todos se felicitan y sale gente disfrazada en todas las televisiones. Pero es bastante común encontrarte con alguien que se gira cuando te besas con tu pareja, que cuchichea, que te señala", reprocha H. R. Y agrega: "Es muy fácil apuntarse a la fiesta del Orgullo, pero no es tan fácil dar la cara contra la homofobia real, la de todos los días".
El manifiesto leído el domingo por los colectivos de gays, lesbianas y transexuales recuerda que la "igualdad legal" no puede hacer olvidar a los españoles que todavía existe una discriminación en forma de "odio o desprecio" que debe denunciarse.
"El policía que me acompañaba era reacio a que les denunciara; me dijo que con el tirón de orejas era suficiente", critica H. R., que aun así cumplimentó su acusación en comisaría. Acompañado, eso sí, por una veintena de activistas a los que convocó para evitar posibles represalias. "Pensé: hoy más que nunca, toca dar la cara y denunciar hechos como los que me acababan de suceder", asegura el joven.
El Día contra la Homofobia y la Transfobia celebra que, hace 19 años, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió sacar de su catálogo de enfermedades mentales la homosexualidad. "A mí me llamaron, precisamente, enfermo, lo que demuestra que todavía falta mucho camino por andar", se lamenta H.R.
"La gente disfruta mucho con el desfile del Orgullo Gay, todos se felicitan y sale gente disfrazada en todas las televisiones. Pero es bastante común encontrarte con alguien que se gira cuando te besas con tu pareja, que cuchichea, que te señala", reprocha H. R. Y agrega: "Es muy fácil apuntarse a la fiesta del Orgullo, pero no es tan fácil dar la cara contra la homofobia real, la de todos los días".
El manifiesto leído el domingo por los colectivos de gays, lesbianas y transexuales recuerda que la "igualdad legal" no puede hacer olvidar a los españoles que todavía existe una discriminación en forma de "odio o desprecio" que debe denunciarse.
Nova sacada do periodico "EL PUBLICO"
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